Por César Fernando Zapata
FORT MYERS, Florida -- Creo que todos hemos visto las mismas fotos en los periódicos, durante los últimos días: Multitudes de votantes en fila, esperando depositar sus votos en las urnas, durante las pasadas elecciones en Estados Unidos.
Miles de imágenes y videos similares fueron tomados y publicados en periódicos, revistas, televisión y la internet.
Pero, créalo o no, durante estas elecciones hubieron ciudadanos americanos que fueron hostigados por grupos antiinmigrantes, sólo por ser de origen hispano.
En Santa Anna, California, algunos hispanos recibieron cartas amenazándolos en caso de que se atrevieran ir a votar, a pesar de que la mayoría de ellos eran ciudadanos de Estados Unidos.
Una investigación estatal rastreó las cartas a las oficinas de campaña del candidato republicano al Congreso, Tan Nguyen (irónicamente, un inmigrante vietnamita).
En Arizona, algunas organizaciones incluso enviaron grupos armados para identificar a votantes hispanos. Sus miembros, con pistola al cinto, tomaron videos y fotos de votantes que parecían hispanos que esperaban votar en el Recinto 49, ubicado en una iglesia católica en el sur de Tucson.
Uno de los líderes de este grupo antiinmigrante, Russel Dove, le dijo al periódico Arizona Republic que sí tomó fotos de electores, para compararlas con una base de datos y ver "si eran ilegales".
Así que, si usted es un americano blanco, y alguien le toma una foto votando, significa que usted es un ejemplo de participación cívica. Pero si usted es hispano y alguien le toma una foto votando, ¿es para ver si usted es ilegal?
¿No es eso racismo?
Por lo menos, es una actitud contradictoria.
Aunque usted no lo crea, hechos similares siguen pasando todos los días:
* Si uno es americano de origen irlandés, y celebra el Día de San Patricio con un desfile, le dicen que sólo está demostrando el orgullo de su herencia.
* Pero si uno es México-Americano, y celebra el Cinco de Mayo, lo acusan de promover costumbres extranjeras, dañinas para la identidad nacional.
* Si uno es de ascendencia alemana, y aprende a hablar alemán, le dicen que está preservando su herencia, y enriqueciendo a Estados Unidos.
* Pero si uno es un hispano que se atreva a hablar español en público, entonces lo acusan de "balcanizar" al país. "¡Estás en América, habla 'americano!'".
* Si uno es de ascendencia italiana, entonces es un "Real American".
* Pero si uno es puertorriqueño o cubano-americano, entonces uno es... puertorriqueño o cubano. Y siempre lo será. No un "Americano real".
* Si uno tiene abuelos polacos que nunca perdieron su fuerte acento polaco, es porque hicieron lo mejor que pudieron para asimilarse, pese a sus limitaciones. Por lo tanto, son "buenos" inmigrantes.
* Pero si uno tiene abuelos que hablan con fuerte acento español, seguramente acaban de cruzar el Río Bravo (o el estrecho de Florida) apenas ayer (junto con los hijos y nietos).
* Si uno es norteamericano de ascendencia inglesa o irlandesa, y una larga historia familiar en el país, y se queja de algún abuso, entonces está ejerciendo sus derechos de libre expresión como ciudadano.
* Pero si uno es norteamericano de ascendencia hispana, y una larga historia familiar en el país, y se queja de algún abuso... Bueno, es porque le encanta quejarse. Estados Unidos es así, ámalo o vete. ("Go back to your country!")
Yo sé que los estadounidenses son tan diversos y variados como cualquier otra nación del mundo, si no es que mucho más. La mayoría son personas amables y civilizadas.
O al menos así me gusta pensar.
Pero estas actitudes contradictorias siempre me dejan dudando.
E-mail: cfzap@yahoo.com
www.cesarfernando.blogspot.com
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