Por César Fernando Zapata
DALLAS, Texas — Platicando con un cuate una vez, la discusión de tornó en una feria de acusaciones. En mi contra. Por mis columnas.
"¡Tú ya estás muy de parte de los gringos!", me gritaba, ya a medias aguas mi amigo.
"Deberías defender más NUESTRA cultura, NUESTRA idiosincracia", continuaba mi inquisidor, implacable. Si hubiera tenido un látigo, con todo gusto me daba con él.
"Aja", respondí, medio aburrido. Después de casi tres años de escribir esta columna, y recibir insultos, críticas y mentadas, la acusación ya sonaba aburrida.
"Esos gringos tales por cuales, míralos", me decía mi amigo. "¡Ni cultura propia tienen!"
Pero sí ponen en peligro NUESTRA cultura mexicana, agregó.
Cierto, mi cuate andaba a medios chiles, pero la bebida desnudó sus verdaderos sentimientos. Y eso ocurre a muchos mexicanos, que piensan igual... sin necesidad de tomar.
He notado que con mucha frecuencia, cuando se me ocurre criticar (aunque sea con el pétalo de una rosa, como dicen) a la mentalidad mexicana... ¡Ah, que Dios me agarre confesado!
Como mi cuate que mencioné, a muchos lectores les cae mal que critique lo que veo incorrecto de México, mi país. Su opinión es esta: Si tú estás en Estados Unidos, no debes criticar a México. Punto.
Si te fuiste, aguántate. Si quieres criticar, regrésate y ponte a trabajar por tu país.
Entiendo perfectamente esta postura. Pero no la comparto.
Por principio, muchos piensan que si critico al gobierno de México, a la burocracia, a la corrupción, automáticamente significa que soy antimexicano, malinchista, vendepatrias, entregado, lamebotas de los yanquis, coco (blanco por dentro, prieto por fuera), pocho, chicano (dizque) y lo que a usted se le ocurra.
A mí me encanta recibir críticas, no por masoquismo, sino porque me gusta la discusión abierta, compartir ideas. Que las críticas tengan motivos que, aunque no comparta, reconozca como fundados.
Pero a veces me he encontrado e-mails cuyo único contenido consiste en: "¡Ching... a tu madre, p*nche periodista pendej...!" Ya, es todo el argumento que usan a favor de México.
¿Qué críticas hemos recibido desde que comenzó esta columna? Muchas, y muy variadas. Pero las que casi siempre prevalece es que yo "defiendo" mucho la cultura gringa... la cual no existe. Porque a ojos de muchos, los gringos no tienen cultura propia.
Toda es importada, de Europa. Toda consiste en retazos de todos lados.
Lo peor, es que algunos lectores piensan que con esta columna, yo estoy "poniendo en peligro la cultura mexicana, al no defenderla de invasiones extranjerizantes".
(Me encanta ese término: "Invasiones extranjerizantes". Suena muy a los setentas, muy lopezportillista. Me trae recuerdos de mi niñez, cuando no me preocupaba por nada. Ahhh...)
O sea, como mexicano, como periodista, como emigrante, "tengo la obligación de defender a la CULTURA MEXICANA (así, con mayúsculas) de los ataques del imperio por aniquilarla".
???
De acuerdo, los lectores son muy respetables para mí. Pero quiero que disculpen mi ignorancia... ¿Cuál cultura debo defender?
Yo estoy de acuerdo, claro. Es más, desde esta palestra (ejem, ejem), hago un llamado a los lectores, intelectuales y políticos, a defender la identidad mexicana.
Yo me sumo al esfuerzo, faltaba más. Como emigrante, quiero ser un digno embajador de México en Estados Unidos.
Para eso, necesito que los lectores me ayuden. ¿Cuál cultura mexicana? ¿Cuál es la cultura MEXICANA?
A ver...
Emilio Azcárraga Milmo una vez definió a México como "Guadalupano y Futbolero". Excelente definición.
¿La Virgencita de Guadalupe? ¿Qué símbolo más propio de nosotros, más mexicano, no? Como el nopal.
Claro que sí.
Pero la imagen es española, ¿no? Guadalupe es nombre español, de un río, creo. Es más, es nombre árabe (¡horror!).
Y la virgen María ni siquiera es europea, sino del Medio Oriente. Judía.
¿La religión católica que representa? México es profundamente católico, ¿no? Pero también lo es Estados Unidos. Acuérdese que hay muchos inmigrantes irlandeses e italianos. Y sus descendientes.
Además, el catolicismo lo trajeron los españoles.
Y pa' acabarla, el catolicismo ni siquiera es de origen español, sino romano. Vaya, ni romano, sino palestino.
¿Qué otro rasgo cultural mexicano podemos defender desde esta columna? ¿El futbol? Claro que somos futboleros. De hueso colorado. Y futbol de a devis, no la fofa versión que los gringos llaman "sócker" (aunque ya nos eliminen de los Mundiales, ¡gulp!).
Pérese... El futbol NO se originó en México. Es inglés, creo.
No, no, perdóneme pero lo que los mayas jugaban NO era futbol. Usaban codos y rodillas para pateaer una pelotita de goma en unos aros. Dudo que la FIFA lo reconociera.
Además, los italianos se entercan en decir que ellos inventaron el fut, al que llamaban "calchio". Y como son tan tercos y gritones, mejor ni discutimos.
A ver, ¿que es la cultura MEXICANA? La cultura indígena, dicen algunos.
Perfecto. Vamos avanzando.
Ahora... ¿CUÁL de TODAS?
Los aztecas, claro, me dicen. Es obvio. Vaya, hasta el nombre de México viene de ellos, ¿no? "El País en el Ombligo de la Luna", significa.
Oh, oh, espéreme. Los aztecas no eran muy queridos por las otras naciones indígenas. De hecho, eran aborrecidos, odiados. (Igualito que a los gringos de hoy).
Y como los gringos, a los aztecas los acusaban de ser advenedizos, arribistas, y de no tener cultura propia. De imponer su dominio a base de la fuerza. De inventar su historia para embellecerla (eso del águila y la serpiente sobre el nopal fue puro cuento, según los tlatelolcas, los purépechas y tlaxcaltecas).
Además, por mucho que les duela a más de un demagogo o intelectual de Sanborn's, la inmensa mayoría de los mexicanos NO descendemos de los aztecas. Los aztecas, o mexicas, ocuparon de hecho una porción mínima del actual territorio nacional: Apenas el valle de México y algunas áreas cercanas.
Yo nací en Tampico. Aca la cultura indígena fue la Huasteca... Y para colmo, desapareció mucho antes de que llegaran los españoles. Aunque estaban emparentados con los mexicas.
¿Qué podrá decir por ejemplo, un yucateco? Allá son orgullosos de sus raíces mayas. Y los mayas no les pedían nada a los aztecas en cuanto a grandeza y poderío. A la mejor hasta fue al contrario.
¿Y los michoacanos? Los purépechas nunca se rindieron a los aztecas, ni a los españoles. Aún hoy en día, siguen con sus tradiciones, lenguaje y costumbres. Les vale lo que piensen los Hijos del Quinto Sol.
Eso por no mencionar a los chihuahuenses, los neoloneses, los bajacalifornianos, los chiapanecos y oaxaqueños, y tantas áreas más de México donde los aztecas tuvieron mínima o nula influencia.
Ahora, para cuestiones de folclor, los mexicanos hemos adoptado como nacional la imagen azteca. Hicimos lo mismo con el mariachi y el tequila jalisciense, ¿no? Es de todos.
Entonces, los aztecas son de todos. ¿Es la cultura que debemos defender?
¿Nuestro idioma? ¿Cuál, el español originado en la región de Castilla? ¿O el náhuatl de Moctezuma?
¿Los dos? ¿O ninguno?
Usted, ¿habla náhuatl?
¿Conoce los dioses aztecas? ¿Sigue sus ritos, festejos y ofrendas?
¿Qué cultura debemos defender?
Olvidémonos del idioma español. Es una lengua imperial. Impuesta a punta de presión internacional, cuando no a latigazos. Como el inglés de hoy en día.
Hay que aprender náhuatl.
Pero también habría que tirar esos pantalones de mezclilla (gringos), y esos zapatos italianos. Hacen ricas a las multinacionales que las venden. Y a los publicistas que nos los imponen.
Todo mundo a usar taparrabo y huaraches.
Olvidémonos del catolicismo. Hay que derribar las iglesias, tumbar santitos y comenzar a levantar templos a Huitzilopochtli.
Y a comenzar a ofrendar vidas humanas, faltaba más. ¿Con quién comenzamos? ¿Con los que nos caen mal, o con los que se opongan a este nuevo orden?
¿Democracia? Ideas griegas y gringas. Extranjeras. ¿Comunismo? Marx fue alemán (y de pilón judío). Mao fue chino y Castro cubano. No, no. Extranjeros todos.
No, hay que volver a los orígenes, a lo "nuestro": Tlatoanis y emperadores. Y baje la vista, no lo vea a la cara, que es un dios. Respete.
Entonces sí, seremos más puros, más de acuerdo con nuestros orígenes e idiosincracia. Seremos como nuestros ancestros, MEXICAS.
¿Será esa la identidad mexicana?
No sé. Pero estoy seguro que si tuviéramos una máquina del tiempo, y viajáramos a la época de la Gran Tenochtitlan, nos iban a ver como a changos de circo.
Porque los mexicas eran éso: Mexicas. Tenochas. No mexicanos.
Me diran subversivo,contreras, malinchista. Pero, con todo respeto, no lo puedo ser. Como todo mexicano, mi "cultura", mi "idiosincracia" no es una sola, sino muchas. Sí, tengo herencia indígena, pero también española (si no de cromosomas, sí de costumbres).
¿Porqué no? ¿Porqué arrugar la nariz? Nos guste o no, así es. La religión católica, el idioma, y muchos rasgos de nuestra personalidad vienen de allá. (Y muchas taras también, desafortunadamente.)
De hecho, como mexicanos, tenemos más costumbres de españoles, que de mexicas.
Y luego criticamos a los gringos por no tener cultura "propia". Ja.
La "Cultura Mexicana" (así, con mayúsculas) no necesita defenderse. No está en peligro. Ni en México ni en Estados Unidos: Aca, rodeado de tanto gringo, el idioma español, la comida mexicana y el catolicismo sobreviven. Y los chicanos se encargan de mantener viva la llama del recuerdo azteca.
¿Que se va a mezclar? ¿Que Estados Unidos la va a influenciar? ¿Que va a quedar "impura"? Probablemente. Pero eso siempre ha pasado en la historia, y siempre seguirá pasando. Y con cualquier otra cultura: Franceses, españoles, chinos, ingleses y hasta americanos... todos son herederos de la mezcla de muchas culturas.
Como nosotros los latinoamericanos, y en especial, los mexicanos lo fuimos y lo seguiremos siendo, ¿no cree usted?
cfzap@yahoo.com
cesarfernando.blogspot.com
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